La Asociación Nacional de Servicios Funerarios (PANASEF) ha presentado su quinta edición del informe 'Radiografía del sector funerario' con motivo del Día de Todos los Santos. La radiografía analiza principalmente datos del 2019, pero ofrece ya algunos datos preliminares de contraste con motivo de la pandemia. Por ejemplo, queda reflejado el incremento de más del 20% de fallecimientos durante el primer semestre del presente año 2020 (incremento de 44.651 fallecidas respecto al mismo semestre del año anterior).
El informe analiza también el tamaño del sector, compuesto por 1.100 empresas públicas y privadas, de las cuales entre 800 y 900 empresas son pymes que facturan menos de 1 millón de euros. Se estima una caída de más del 40% de facturación durante el primer semestre de 2020 por los costes adicionales asociados a la COVID-19 (cierre de salas, prohibición de ceremonias, compra de equipos de protección y sudarios específicos, refuerzos de plantilla y cientos de horas extras, etc.). El número de trabajadores del sector ronda los 12.000 trabajadores tras los incrementos de plantilla con motivo de la pandemia.
El número de tanatorios o velatorios en España se mantiene en 2.525 instalaciones con 7.050 salas. Andalucía, Cataluña y Castilla León son las comunidades con mayor número. La media de fallecidos en España en 2019 fue de 1.144 personas al día, por lo que hay seis salas de velatorio por fallecido en condiciones normales. Como contraste, durante los primeros meses de la pandemia la media de defunciones llegó a subir hasta un 500% en ciudades como Madrid. En relación con los cementerios, España cuenta con 17.682 cementerios para 8.126 municipios, y el 99% son de propiedad municipal.
Además, España dispone de 464 hornos crematorios, y se sitúa en el país de Europa con mayor número de estas instalaciones. Destaca el esfuerzo de aumento de hornos, por ejemplo, en Madrid, con motivo de la pandemia, pasando de 28 a 34. También resaltan las fuertes inversiones de las funerarias en filtros de emisiones a la atmósfera.
Esta tendencia se pliega a los hábitos funerarios de los españoles, con un aumento de las incineraciones de 3,32 puntos en 2019, tendencia reforzada por la pandemia. En 2019, las incineraciones ascendieron al 44,54% frente al 55,46% de inhumaciones. El porcentaje de incineraciones alcanzará el 60% en 2025 según previsiones del sector. En los últimos años, algunas capitales de provincia (Málaga y Sevilla) han superado ya el 70% de incineraciones.
En cuanto a las despedidas de los seres queridos, los españoles siguen optando en un 82% por las ceremonias religiosas, frente al 18% que optan por ceremonias laicas (principalmente en las grandes ciudades).
Fuente: Revista Funeraria