Los vecinos de Santander pueden solicitar un árbol en el Parque 2020 en homenaje a sus seres queridos fallecidos por Covid entre marzo de 2020 y marzo de 2021, coincidiendo con los momentos más duros de la pandemia, cuando no se podían celebrar funerales o incluso acompañar a los enfermos.
Así lo ha anunciado la concejala de Medio Ambiente, Margarita Rojo, quien ha detallado que las solicitudes se podrán realizar a lo largo de un mes y de forma muy sencilla, en el enlace habilitado en la web municipal https://www.santander.es/ciudad/parque2020.
A través de un formulario se puede solicitar un árbol conmemorativo para las personas empadronadas en Santander y una vez realizada la solicitud, se les solicitará el certificado de empadronamiento de la persona fallecida y el certificado de defunción, que podrán entregar mediante sede electrónica o presencialmente en dependencias municipales.
También en este formulario, además de los datos personales, los familiares o amigos de las personas fallecidas podrán completar el texto que se leerá en los monolitos ubicados junto a los 144 árboles del parque, que podrá ser el nombre, una fecha, una frase o combinaciones.
Rojo ha afirmado que desde el Ayuntamiento se esperan muchas solicitudes, por lo que si es necesario se compartirán los ejemplares, es decir, un árbol podrá recordar a varios vecinos y las especies (arces, abedules, robles, alisas, fresnos y tilos) se asignarán de forma aleatoria.
La responsable municipal ha recordado que la construcción del Parque 2020 se encuentra ya en licitación y las empresas interesadas pueden presentar ofertas hasta el 12 de diciembre. Los trabajos cuentan con un presupuesto de 300.219 euros y un plazo de dos meses.
Se trata de un proyecto del paisajista Luis González Camino y consistirá en un espacio natural con un enfoque solemne y respetuoso, respetando los elementos existentes y aportando nuevos elementos vegetales, de mobiliario, iluminación y pavimentación.
“El Parque 2020 será un lugar especial, accesible a todos y al tiempo lo suficientemente apartado y tranquilo como para que familiares y amigos puedan recordar a sus seres queridos en paz y silencio”, ha destacado.
Presentado a los vecinos de Cueto, se ubicará en la zona conocida como la ‘aguanoja’ y tendrá casi 20.000 metros cuadrados de superficie.
El proyecto tiene en cuenta aspectos como los accesos, cerramientos, vistas, alumbrado, su relación con la carretera que lo circunda, circulaciones interiores, lugares de descanso y meditación, etc. Igualmente, se han considerado el clima, tipo de suelo, aspectos visuales y ambiente del paraje.
Más detalles del Parque 2020
Según el proyecto, las plantaciones se limitan a los árboles y la potenciación de la pradera existente haciéndola más variada florísticamente y, por lo tanto, más atractiva, aumentando con ello la biodiversidad presente.
Sólo en el talud que corre a lo largo de la carretera de Mataleñas se prevén unas plantaciones que ayudarán a separar visualmente de la circulación, dejando el resto de la superficie más llana, para la pradera.
Se plantarán ejemplares jóvenes de dos especies a lo largo de cada camino que irán alternando, de modo que surgirán los paseos de los arces y abedules, de los robles y alisas, y de los fresnos y tilos, todas ellas especies autóctonas, de hoja caduca y desarrollo similar con objeto de que no ofrezcan gran contraste entre sí ni por tamaño ni por aspecto.
En los extremos del talud, junto a las lindes de las fincas colindantes, se plantarán una mezcla de arbustos autóctonos (cornejos, madroños, boneteros, mundillos y acebos) y debajo algunas especies vivaces y subarbustos.
Los caminos de los árboles se rematarán con tepes de césped constituido por una mezcla de gramíneas, una solución muy resistente al pisoteo, a la sequía y a la sombra.
Finalmente, el prado se enriquecerá con una mezcla de semillas de flores silvestres autóctonas propias de los prados costeros.
Respecto a la obra civil, se limita a la construcción de un balcón de entrada junto a la carretera desde donde el visitante podrá contemplar a sus pies toda la extensión del parque y conocer mediante un cartel de bienvenida su propósito, así como la distribución de los paseos y las especies de árboles que los acompañan.
Este balcón y la rampa por la que se bajará al parque quedarán sostenidas por un muro de mampostería de piedra caliza rematada con albardillas de la misma piedra que servirán de asiento.
Los caminos principales, los que van acompañados de árboles quedarán delimitados por sendas cenefas de piedra caliza de Escobedo.
Además, se instalarán carteles informativos sobre el significado del parque; el nombre común, el científico y una breve descripción de las especies que lo acompañan; y sobre la pradera.
Se instalará también un sistema de riego por goteo para los árboles con objeto de que no tengan limitada la provisión de agua y de esa manera crezcan más rápido. Serán anillos de goteo individuales para cada árbol unidos por tubería enterrada.
Cada paseo se podrá regar de forma separada y se controlará mediante un sistema de control remoto.
Fuente: santander.es