Los ingresos de las aseguradoras por primas a cierre de año se situaron en 64.673 millones de euros, un 4,65% más que un año atrás. De la facturación lograda a lo largo del ejercicio, 40.240 millones de euros correspondieron al ramo de no vida y los 24.433 millones restantes al de vida, según muestran los datos provisionales recabados por Investigación Cooperativa de Entidades Aseguradoras (ICEA) y remitidos por Unespa.
Los seguros de decesos, englobados en la categoría “resto no vida”, han experimentado un crecimiento del 2,20%. Esta categoría ha alcanzado un crecimiento global del 5,14%.
Por su parte, el ramo de salud, las coberturas para empresas, así como los seguros de multirriesgos fueron los que mostraron un mayor dinamismo. El sector logra, así, recuperar todo el terreno perdido a raíz de la pandemia.
La facturación del ramo de no vida se situó claramente en positivo. Anotó un repunte interanual del 5,21% si se compara con el cierre de 2021. Los seguros de salud crecieron de un año para otro un 7,00% y aportaron 10.543 millones. Los seguros de multirriesgos subieron un 5,69% en términos interanuales, hasta los 8.578 millones.
Las pólizas empresariales, englobadas en la categoría “resto no vida”, sumaron 9.765 millones de euros y repuntaron otro 5,14% en los últimos 12 meses. Los seguros del automóvil evolucionaron de manera positiva.
Al cierre del pasado diciembre, esta línea de negocio aportó 11.353 millones de euros. Esta cifra es un 3,31% mayor que la anotada al finalizar el cuarto trimestre de 2021. El negocio de vida, reflejado en los ingresos por primas, aumentó un 3,74% en términos interanuales. El volumen del ahorro gestionado por parte de las aseguradoras disminuyó, sin embargo, un 1,01% de un año para otro. Las provisiones técnicas se situaron en 193.753 millones al acabar el pasado año.