Más de la mitad (51,9%) de los conductores fallecidos en carretera en 2022 dieron positivo en alcohol, drogas o psicofármacos, aisladamente o en combinación, según se desprende de la Memoria 2022 de Hallazgos Toxicológicos en Víctimas de Accidente de Tráfico, elaborada por el Instituto Nacional de Toxicología y Ciencias Forenses con la colaboración del Observatorio Nacional de Seguridad Vial.
Además, en 2022 se produjo un repunte de la delincuencia vial, lo que se tradujo en casi 60.000 condenas por delitos de conducción bajo la influencia del alcohol y/o las drogas, la cifra más alta de toda la serie histórica desde la reforma del Código Penal.
Aunque el porcentaje de positivos por alcohol y drogas se ha reducido en los últimos 20 años, es importante seguir afianzado la idea de que, en carretera, la única tasa segura es 0,0% porque, “cuando matas a alguien en la carretera, lo matas todos los días de tu vida”.
Hasta el próximo domingo 20 de agosto, la Dirección General de Tráfico pone en marcha una nueva campaña especial con la que intensificará la vigilancia sobre el riesgo que supone la suma del consumo de alcohol y/o drogas y la conducción.
Campañas como esta siguen siendo importantes ya que el consumo de este tipo de sustancias sigue siendo, año tras año, uno de los tres factores principales de riesgo en los siniestros de tráfico, tanto en los mortales como en los siniestros con víctimas.
Tal y como se desprende de la Memoria 2022 de Hallazgos Toxicológicos en Víctimas de Accidente de Tráfico, elaborada por el Instituto Nacional de Toxicología y Ciencias Forenses con la colaboración del Observatorio Nacional de Seguridad Vial, más de la mitad (51,9%) de los conductores fallecidos en carretera en 2022, que fueron sometidos autopsia y a un análisis toxicológico dieron positivo en alcohol, drogas o psicofármacos, aisladamente o en combinación, un porcentaje que aumentó un 2,5% con respecto al año anterior.
La Memoria destaca también que, el 72,6% de los 451 conductores fallecidos con resultados positivos arrojó una tasa de alcoholemia muy alta, igual o superior a 1,2g/L, lo que correlaciona grados de intoxicación muy severa.
Además, los datos de 2022 presentados recientemente por la Fiscalía de Seguridad Vial muestran que en ese año hubo un repunte de la delincuencia vial, lo cual se ha traducido en 59.461 condenas por delitos de conducción bajo la influencia del alcohol y/o las drogas, la cifra más alta de toda la serie histórica desde la reforma del Código Penal llevada a cabo por la Ley Orgánica 15/2007.
En concreto, el año pasado el Ministerio Fiscal presentó un total de 105.078 escritos de acusación por delitos viales de peligro, los tribunales dictaron 104.660 sentencias condenatorias y se incoaron 137.406 procedimientos por delitos contra la seguridad vial, lo que supone un incremento del 9,1% con respecto a 2021.
Fuente: Dirección General de Tráfico