Esta mañana se ha celebrado el Homenaje de Estado por las víctimas de la Covid-19 en el Patio de la Armería del Palacio Real de Madrid, donde se ha encendido un pebetero en su memoria. La ceremonia civil, que ha concluido antes de las 10 de la mañana con un minuto de silencio y un aplauso, ha reunido a más de 400 participantes y ha estado presidida por los reyes Felipe VI y Letizia, acompañados de sus hijas, la princesa de Asturias y la infanta Sofía.
También han acudido el presidente del Gobierno, Pedro Sánchez, y miembros del Gobierno y autoridades españolas, así como el presidente del Parlamento Europeo, David Sassoli; el presidente del Consejo Europeo, Charles Michel; la presidenta de la Comisión Europea, Ursula von der Leyen, y el alto representante de Política Exterior de la UE, Josep Borrell. Por otro lado, han estado presentes el secretario general de la OTAN, Jens Stoltenberg; el director general de la Organización Mundial de la Salud, Tedros Adhanom Ghebreyesus, y el secretario general de la Organización Mundial del Turismo, Zurab Pololikashvili.
El acto ha querido rendir homenaje a las víctimas de la pandemia, que hasta ayer sumaron un total de 28.413 fallecidos en nuestro país, según el informe del Centro de Coordinación de Alertas y Emergencias Sanitarias, pero también a aquellas personas “que han estado en primera línea luchando contra la pandemia durante estos meses”, tal y como explicaba Pedro Sánchez, Presiente del Gobierno. Por ello, se ha querido contar con la presencia del sector funerario, ya que este ámbito de actuación es uno de los que ha tenido que enfrentar la pandemia en primera línea. Así, Juan Vicente Sánchez-Araña, presidente de la Asociación Nacional de Servicios Funerarios (Panasef), ha representado al último eslabón de la cadena sanitaria. "En nuestro trabajo diario acompañamos y honramos a los que se van y sus familiares. Durante la pandemia no lo hemos podido hacer y ahora, este Homenaje de Estado es una buena ocasión para poder despedirles como se merecen”, comentaba Sánchez-Araña.
Recordar que el sector funerario ha sido más que nunca durante esta pandemia el sector silencioso e invisible, sin embargo, ha estado muy presente con más de 11.500 profesionales que han vivido durante el confinamiento una de las experiencias más difíciles de su historia, trabajando en condiciones de gran excepcionalidad y que no han podido desempeñar su labor como acostumbran, acompañando y consolando en los momentos más difíciles. En estos meses, el volumen de trabajo ha sido incesante en turnos reforzados, durante 24 horas al día, a pesar de haber contado con la ayuda de las distintas delegaciones.
Frente a la excepcionalidad de la situación y sin poder celebrar entierros o velatorios, los profesionales funerarios han sido muchas veces el único acompañamiento y consuelo en todo el proceso de dolor y aflicción que causa la muerte, asistiendo a la impotencia de las familias en el último adiós a sus seres queridos.
Fuente: Revista Funeraria